Dieta rica en grasa durante el embarazo
Se ha descubierto un nuevo vínculo entre el sueño y la obesidad que apunta que lo que la madre comió durante el embarazo puede provocar obesidad o sobrepeso mediante la alteración de la función de los genes que regulan el ritmo circadiano.
Los ritmos circadianos o ritmos biológicos son oscilaciones de las variables biológicas en intervalos regulares de tiempo. Curiosamente, todos los animales, las plantas y probablemente todos los organismos muestran algún tipo de variación rítmica fisiológica (tasa metabólica, producción de calor, floración, etc.) que suele estar asociada con un cambio ambiental rítmico.
La información que comentaba al comienzo pertenece a una investigación realizada por el Dpto. de Obstetricia y Ginecología del colegio de medicina de Baylor (Texas) y fue publicada en el diario on-line FASEB, donde se hace referencia a un estudio realizado con hembras de primates que estuvieron consumiendo una dieta rica en grasa.
Estos resultados vienen a confirmar, una vez más, lo importante que es la dieta de la mujer embarazada para su futuro bebe, aunque los investigadores prefieren ver el vaso medio lleno al mostrar su satisfacción, porque ahora saben que con pequeños cambios pueden influir positivamente en la salud de las generaciones futuras.
Para hacer este descubrimiento estudiaron a tres grupos de macacos japoneses:
- El primer grupo fue alimentado con una dieta de 12 por ciento de grasa (el grupo de control).
- El segundo grupo fue alimentado con una dieta de 35 por ciento de grasa o con mucha grasa.
- El tercer grupo fue alimentado con la dieta rica en grasa durante un máximo de cinco años y para luego pasar a la dieta de control
Cada grupo mantuvo su dieta antes de la concepción y durante el embarazo. Los descendientes del grupo de alto contenido de grasa desarrollaron la enfermedad de hígado graso no alcohólico, experimentaron cambios en las histonas (el conjunto básico de las proteínas que se envuelven alrededor de ADN), y habían modificado los perfiles metabólicos y los ritmos circadianos.
Los resultados también mostraron que los genes en el hígado fetal – responsables de orquestar ritmos circadianos con el apetito y la ingesta de alimentos –, se alteran en la descendencia de las madres con una dieta rica en grasa.
Los científicos descubrieron que la mejora de la dieta, ya sea para la madre embarazada, o para el bebé después del parto, ayuda en parte a restaurar la normalidad de la maquinaria circadiana, y posiblemente reduce el riesgo de las enfermedades infantiles relacionadas con la obesidad.
En resumen, la dieta de la madre durante el embarazo afecta a la maquinaria del sueño de sus hijos a través de la maquinaria genética que controla el ciclo del sueño. Lo que una madre come afecta al peso de su hijo para toda su vida.