El alcohol y digestión de comidas copiosas
Una reciente investigación realizada en Suiza ha abordado el tema de cómo afecta el alcohol a la digestión, especialmente cuando se trata de comidas abundantes.
Para determinar los efectos del alcohol sobre el sistema digestivo cuando se consumen comidas copiosas, los investigadores estudiaron a veinte individuos que bebieron vino blanco o té negro con una fondue de queso, seguido por licor de cerezas o agua como un digestivo tras el famoso plato suizo.
Los resultados muestran que el proceso de digestión era mucho más lento en el grupo que bebió alcohol con la comida. Sin embargo, los resultados también demuestran que el alcohol no contribuyó a un aumento en los problemas de indigestión como ardores, gases e hinchazón.
Lo que si es seguro es que aquellos que comieron con vinos blanco y tomaron un digestivo de licor de cerezas consumieron bastantes más calorías que los que se decantaron por el té negro y el agua. Una copa de vino blanco equivale 50 calorías, y los digestivos como el pacharán español rondan las 240 calorías.
Los participantes eran todos voluntarios sanos con edades comprendidas entre los 23 y 58 años, ninguno tenía antecedentes de consumo excesivo de alcohol o enfermedad de estómago. Tenían además un índice de masa corporal medio de 23,6 y ninguno tomaba fármacos.